Si nunca ha visto un auto de ciudad eléctrico podría pensar que el Reva i es uno de juguete.
Pareciera que uno no va a caber cuando se sienta en el lugar del piloto. El asiento es de cuero negro, climatizado, calentito.
El Reva i es uno más de la nueva raza de autos pequeños, eléctricos y casi personales. Creado para desplazarse dentro de la ciudad (velocidad máxima de
Una vez adentro, lo primero es acostumbrarse al tamaño del manubrio; parece de consola de videojuego. Encendido, freno de mano liberado, y se hunde el acelerador. Responde de inmediato, es automático y suave; parece que flotara en el pavimento.
¡Silencio total! Veinte, treinta, cuarenta km/h y más silencio. Cuesta acostumbrarse a no oír el motor y el esfuerzo que hace al aumentar la velocidad. Sólo el runrún de los neumáticos se cuela por la insonorización.
La dirección es ultrasensible; tanto, que se sienten las imperfecciones del pavimento.
En el Reino Unido, el gobierno invertirá el equivalente a casi $9 mil millones para generar el cambio; ya los eléctricos no pagan al ingresar al centro de Londres, estacionan y se recargan gratis. Quieren ser "capital mundial del auto eléctrico".
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